Esta ruta sigue el trazado de la cañada real y el PR-CC 183 atravesando los paisajes de media montaña que combinan zonas forestales con los olivares típicos de la comarca, hasta las zonas más bajas regadas por los cursos de los ríos que bajan de la sierra y que forman grandes extensiones de cultivos de regadío.
El punto de inicio de la ruta es en Perales del Puerto, junto al pilón que existe a la salida del municipio en dirección a Cilleros. Su tramo inicial discurre entre huertos con olivos, posteriormente la ruta desemboca en la carretera de Cilleros y sigue por ella durante 500 m. desde aquí y a la izquierda arranca una ancha pista de tierra que coincide con la cañada, por la que se recorren algo más de 6 km.
Poco después la travesía cruza la carretera de Moraleja a Cilleros para continuar por la cañada, asfaltada en este tramo y por sendero después, llegamos hasta Vegaviana. Este municipio es un buen ejemplo de las zonas de colonización: casas uniformes, canales, caminos auxiliares, secaderos y por supuesto campos de cultivo predominan en el entorno del mismo.
Nos dirigimos hacia el sur por la Cañada Real de Gata, pasando de la zona baja con cultivos de regadío a zonas más altas de dehesa. El itinerario nos conduce al Caserío de Malladas el cual constituye un buen ejemplo de las construcciones rurales en torno a las cañadas reales. Lo pasamos y llegamos a la carretera EX-108, nos incorporamos a la izquierda y recorremos 4 km por la misma.
Nos incorporamos a una pista que sale junto a una casa en el margen izquierdo de la carretera, Sin dejarla llegaremos hasta Moraleja punto final de nuestra ruta entre la sierra y las vegas.
Información de las poblaciones por las que pasa el sendero:
Declarado "Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico Artístico", es sin duda la joya de la Sierra: arquitectura muy bien conservada, vetustas casas solariegas blasonadas, plaza porticada, Iglesia parroquial de San Martín de Tours, con tablas del Divino Morales, convento franciscano de San Miguel (s. XVI) y actualmente Hospedería de Turismo de categoría superior. El agua, bien preciado, baja cantarina por sus calles en arroyos cristalinos. "Xálima" preside esta impresionante localidad y el castañar del Puerto de Santa Clara o de los Ojesto es la alfombra natural que le acompaña. Aquí también "A Fala" es la lengua hablada característica de sus habitantes , reconocida como Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno de Extremadura, compartida con sus vecinos de Valverde del Fresno y Eljas.
Construida entre encinas y alcornoques es un monumento perenne como recuerdo del encinar y la dehesa. Su arquitectura urbana se caracteriza por la curiosa textura de sus fachadas de piedra de pizarra enfoscadas en acabado rugoso, grueso, y encalado. Amplios espacios ajardinados completan la decoración urbana. Todo ello ha generado importantes nominaciones y elogios en publicaciones técnicas, así como reconocidos premios a su arquitecto, José Luis Fernández del Amo. Importante la Iglesia Parroquial, como una casa más del pueblo pero de grandes dimensiones, siguiendo la técnica del fachadas del resto de las casas. Destaca también la estatua Homenaje al Colono.